Por Paula Avilés
Una familia millonaria –al estilo mexicano– que ha forjado un imperio alrededor de la producción del tequila. Ana María Carranza, hace más de 20 años que no regresa a México, es periodista y vive en California con su esposo e hija, pero un llamado de su padre urgiéndola para que vuelva a la hacienda, desencadena una serie de hechos inesperados y devela el manto de corrupción detrás del negocio.
La serie, producida por Salma Hayek y dirigida por Fernando Rovzar, se grabó completamente en México, mostrando el lado más oscuro del país azteca, convirtiéndose en un testimonio de cómo se mueven los círculos de poder.
El corazón de la serie es el camino que inicia Ana María –muy bien interpretada por Irene Azuela– para luchar contra el sistema y contra sus propios hermanos que no quieren que se haga cargo del negocio, entre otras cosas porque es mujer.
Una serie que se vienen a unir a éxitos mexicanos como la Casa de las Flores y Colosio.
Vale la pena verla en maratón.