Por La Leedora
Una noche de juerga puede ser muy entretenida y como secuela dejarnos una resaca de antología, claro que en algunos casos lo que sufrimos puede ser un poco más intenso e inesperado.
Como lo que le pasó a Christian Stern, un atractivo, embaucador y ambicioso alquimista que huyendo de acciones que no lo enorgullecen llega a Praga, con el sueño de acceder a la corte del rey y vivir bien. En su primera noche en la ciudad toma más de lo que puede resistir y ya borracho tiene un encuentro que marca a fuego su estadía en la ciudad: se topa con el cadáver de una atractiva mujer.
La buena y mala suerte parecen jugar indistintamente con el personaje que recibe nada menos que del emperador la tarea de investigar la muerte de la que fue una adinerada e influyente joven. Cínico, impetuoso, astuto y enamoradizo este seudodetective tiene la habilidad de transitar con gracia en la cuerda floja incluso cuando la guillotina parece buscar su cuello.
Una corte bastante corrupta llena de seres manipuladores, soplones y aprovechadores es la que recibe a Stern quien con gran intuición se mueve por aguas muy peligrosas. El relato gira entorno a una muerte, una bastante brutal, pero resulta ameno, ágil y entretenido.
Editorial: Alfaguara
Páginas: 331
Valor: $14.000
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