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Consumo excesivo de alcohol: consecuencias a corto y largo plazo



A pocos días de iniciar las celebraciones de Fiestas Patrias, miles de chilenos ya están planificando las actividades para los cuatro días de descanso y esparcimiento que trae consigo el 18 de septiembre de este año.


Para muchos, la carne y los bebestible son dos cosas que no pueden faltar para compartir un momento agradable con familia y amigos. Sin embargo, los excesos pueden entorpecer las celebraciones y empañar los panoramas.


Hay que recordar que el consumo problemático de alcohol conlleva una serie de problemas de salud a corto y largo plazo. En ese sentido, es fundamental reconocer distintas señales para determinar si hay un problema como el deseo incontrolable de beber, beber a pesar de sufrir consecuencias, descuido de actividades o aumentar la tolerancia al alcohol.


“Una persona con consumo problemático necesita beber cantidades cada vez mayores de alcohol para sentir los mismos efectos que antes experimentaba con cantidades menores. Es muy preocupante cuando la persona descuida sus responsabilidades en el trabajo, la escuela o en el hogar debido al alcohol. También cuando se generan cambios en la personalidad o el comportamiento, como irritabilidad, agresividad, cambios de humor o aislamiento social”, afirma Rodrigo Goycolea, especialista en adicciones e investigador de la Facultad de Odontología y Ciencias de la Rehabilitación de la Universidad San Sebastián.


Según las estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, durante el año 2022 el número de fallecidos se duplicó en comparación con el 2021, alcanzando un total de 113 fallecidos.


“En Chile, 1 de cada 10 siniestros de tránsito con consecuencias fatales se debe al consumo de alcohol en la conducción. En los últimos años, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, a través de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET), ha logrado avances importantes en materia de leyes de alcohol y conducción: en marzo del año 2012 se implementó la “Ley Tolerancia Cero” y en septiembre de 2014 entró en vigor la “Ley Emilia”’, agregó Rodrigo Goycolea.


Los problemas a largo plazo

El beber en exceso o durante un tiempo prolongado, puede derivar en distintos problemas de salud a largo plazo, como daños en el hígado, complicaciones en el páncreas, cáncer, sangrado de estómago o esófago y obesidad.


Según el estudio “Asociación entre consumo de alcohol y exceso de peso entre estudiantes universitarios de América Latina” se evidenció un vínculo entre el consumo de alcohol y la obesidad en la población universitaria.


Samuel Durán, académico de Nutrición y Dietética USS, formó parte del estudio y da a conocer que el alcohol aporta 7 calorías por cada grado alcohólico, por lo tanto, beber en exceso especialmente en fiestas puede tener un efecto importante en la ganancia de grasa corporal a largo plazo.


“El alcohol impide que se oxide la grasa y la glucosa porque el hígado tiene que liberarlo porque es tóxico, entonces le da prioridad en la oxidación. Por lo tanto, como estamos oxidando el alcohol y este no va solo -va acompañado de choripanes, empanadas, asado-, todas las calorías, las grasas y los hidratos de carbono que deberían estar siendo oxidados no lo están siendo. ¿Cuál es el problema con esto? Es que se van directo a grasa corporal, entonces por eso, de alguna forma, el exceso de alcohol está vinculado al aumento de peso”, explica Durán.


Comparado con los países OCDE, Chile tiene un consumo medio de alcohol en adultos, pero al mirar a los grupos más jóvenes se identifica un problema. ¿Cuál es la diferencia con otros países? Ellos beben una copa al día, mientras que en Chile se concentra todo en el fin de semana. Con el paso del tiempo, esto puede llegar a causar distintos tipos de cáncer, aumentar la susceptibilidad a trastornos del ánimo y también el riesgo de accidentes.

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