Si eres de las personas preocupadas por disminuir su impacto en el planeta y reducir su basura te contamos que ya existen utensilios desechables que se pueden compostar. Se trata de un recubrimiento de biopolímero elaborado por BASF que permite por ejemplo que los vasos de papel puedan terminar su ciclo de uso fertilizando la tierra.
Este material puede usarse en bolsas de compra y embalajes así como también para cubrir vasos de papel, permitiendo que también se utilicen para la recolección de residuos orgánicos.
Por lo general, los vasos de papel desechables necesitan un revestimiento interno de polietileno, que actúa como agente impermeabilizante para evitar que el papel absorba líquidos o gotee, además de asegurar una barrera de contacto con los alimentos ero esto imposibilita su biodegradabilidad. Por lo tanto, termina siendo destinado a vertederos y, en estos ambientes, se descompone liberando metano, un gas que contribuye al desequilibrio climático.
El recubrimiento de papel con ecovio® PS 1606, un biopolímero de alta calidad certificado según la norma internacional de referencia para compostaje EN 13432, se puede aplicar sobre papel, cartón, entre otros materiales de empaque. Es impermeable, resistente al desgarro, tiene propiedades de barrera para el aroma y sabor, cumple con los requisitos de seguridad alimentaria, y puede ser finalmente, procesado en plantas industriales convencionales para polietileno. En definitiva, posee propiedades que garantizan un desempeño igual al del material convencional, sin que ello signifique un pasivo ambiental duradero.
Según señala Gustavo Arriagada, coordinador de Negocios de Performance Materials BASF Chile y Perú:“Uno de los pilares de BASF es promover la sustentabilidad y contribuir a un planeta más limpio. Por eso, trabajamos continuamente para crear soluciones que se ajusten a las necesidades del mundo actual y justamente ecovio® viene a solucionar un problema importantísimo en la cadena del plástico. Lo más importante es que está certificado como compostable y es de base biológica”.
El material contiene un alto contenido de materias primas renovables, como el PLA (ácido poliláctico) del almidón de maíz en general, ofreciendo una huella de carbono reducida. También, permite un uso eficiente de los recursos mediante la descomposición de los residuos orgánicos y el ahorro de recursos escasos, como los fosfatos para la fertilización del suelo, que pueden ser reemplazados por el compost obtenido.
De esta forma este producto se convierte en una alternativa sostenible para eventos masivos ya que simplifica la recolección de los desechos y su descomposición.
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