Son muchos los espacios de nuestra vida los que se resintieron a raíz de la pandemia y la vida en pareja es uno de ellos y cuando esta se ve afectada la sexualidad también.
Según datos del Instituto Kinsey un 44% de las parejas (de un universo de 2.000 participantes) concluyeron que la calidad de la actividad sexual había empeorado desde el inicio de la pandemia.
El estudio determinó que un 30% de los encuestados reveló que el romanticismo en su relación también había disminuido.
Como una forma de mejorar este panorama surge entre las alternativas el Tantra, lo que es definido como una filosofía de vida más que una práctica sexual. Según detalla Paula González, eneagramista, coach ontológica y dueña de Dakini Shakti Chile esta es “una disciplina tan hermosa que también nos ayuda a sanar, por ejemplo, esas trancas o traumas del pasado que nos impiden disfrutar de nuestros cuerpos con uno misma o con la pareja”.
Especializada en Sudáfrica hace 5 años explica que en general la falta de goce sexual se vincula a experiencias traumáticas vividas en la niñez o la adolescencia como un abuso sexual o una experiencia invasiva. “Estas experiencias empujan a la persona fuera del cuerpo. En vez de sentir placer y de relajarse durante un encuentro sexual, el cuerpo se contrae y se congela. Por ejemplo, en el caso de las mujeres especialmente, para poder pasarlo bien tenemos que relajarnos, entregarnos y dejarnos ir”, cuenta Paula.
Agrega a además que “lo beneficioso del Tantra, es que con esta técnica se trabaja tu autenticidad y libertad. Busca que tú te aceptes tal como eres y tal como es tu deseo. No que seas otra persona. Y te ayuda a poder saber qué quieres, qué te gusta y en cómo decírselo al otro. Si tú no sabes lo que te gusta, ¡cómo lo pedirás!”.
La especialista en tantra imparte coaching individuales y también en pareja y explica que:“Generalmente cuando piden mi ayuda es cuando se desconectan sexualmente, lo que puede ser por problemas de comunicación o porque cada uno quiere cosas distintas. Tal vez uno quiere tener sexo todos los días, pero para el otro una vez a la semana o una vez al mes está perfecto. En el coaching se puede llegar a un equilibrio o se pueden dar cuenta que no hay punto medio”.
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