Si tiene previsto manejar por carretera más de dos horas continuas, ponga atención a las recomendaciones para evitar la hipnosis vial, un estado de trance que es responsable de gran parte de los choques traseros por alcance. Académica de la Universidad San Sebastián explica qué es este estado mental y cómo evitar accidentes.
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La mayor parte de los conductores ha sufrido alguna vez de hipnosis vial: un estado en que los ojos parecen perderse al final de la ruta, entrando en un trance mental que, si bien permite seguir ejecutando las tareas más básicas de la conducción -como mantener el pedal en el acelerador y las manos en el volante-, resulta potencialmente peligroso, resultando la primera causa de choques traseros contra camiones o vehículos estacionados.
A este fenómeno se le conoce de diferentes maneras. En los años 40, el investigador G.W Williams acuñó el nombre de “hipnotismo de la carretera”, mientras que a fines de los años 70, A.H Wertheim prefirió denominarlo “estado de inatención”. Esto, porque se produce especialmente en las carreteras, a la hora de conducir de noche, en líneas rectas o paisajes muy homogéneos.
Según explica Paulina Romero, tecnóloga médica especialista en oftalmología y optometría, Magíster en Educación Universitaria para Ciencias de la Salud y académica de la Universidad San Sebastián, en este estado se producen lapsus de atención en que, si bien la información visual se entrega al cerebro, al ser tan repetitiva y monótona, el cerebro no alcanza a procesa la información de manera correcta.
“El nivel de esfuerzo mental es tan bajo, que el cerebro reduce su actividad, entonces se produce este estado hipnótico de fatiga mental y somnolencia. La persona en este estado sigue consciente, pero en un sentido muy básico: actúa por inercia, perdiendo su capacidad de reacción ante un estímulo nuevo como un auto o algún evento en la carretera. Eso finalmente favorece los choques por alcance”, señala la académica.
¿Cómo darse cuenta de que se está en este trance? “Recordar cuáles fueron mis movimientos hace 15 minutos atrás es una buena forma de detectarlo. Si yo recuerdo que estaba por la carretera, doblé a la derecha o paré en un semáforo, significa que estuve 100% atento. Pero si calculo 15 minutos hacia atrás y no recuerdo en específico qué hacía, significa que estuve en ese estado hipnosis vial”, señala Romero.
Recomendaciones para la carretera
Generalmente, indica la especialista, la hipnosis vial comienza pasadas las dos horas de viaje. Sin embargo, también puede ocurrir de manera anticipada, si uno está psicológicamente cansado o con preocupaciones. “Cuando uno empieza a pensar en otras cosas mientras conduce, se puede generar también esa hipnosis. Por eso es importante estar siempre alerta”, explica.
La académica señala que una recomendación clave es estar descansados al momento de conducir, así nuestra capacidad ocular va a estar al 100% para poder visualizar y no sentir fatiga visual. Alimentarse de manera saludable e hidratarse bien también son recomendaciones que están en el manual del conductor.
Tomar descansos durante la conducción es fundamental. “Si vamos a conducir sobre las dos horas, parar al menos unos 30 minutos para estirar las piernas, los brazos, tratar de mirar con el ojo a larga distancia, respirar, hacer movimientos circulares con la vista para efectivamente reducir esta sensación de fatiga”, indica.
Mantenerse atentos a otros estímulos, más allá de la carretera. Dentro de lo posible, viajar en compañía, conversando con el copiloto o los demás ocupantes del vehículo, escuchar música y cantar al volante, y prestar atención a los detalles de la vía, más allá de la línea central, pues la hipnosis se interrumpe cuando hay alguna distracción, como señales del tránsito, animales, casas, etc.
Finalmente, la académica señala que es importante el control oftalmológico periódico. “Si bien esta hipnosis es un evento a nivel cerebral, siempre por donde ingresa esta información es a través del sentido de la vista, por lo tanto, es de suma relevancia controlarse una vez al año para ajustar la visión en caso de necesitar lentes, o también evaluar el campo visual para reducir estos efectos nocivos en la conducción”.
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