La sabiduría popular dice que es buena para la vista, cierto o no esta colorida hortaliza aporta a nuestro organismo vitamina A, carotenoides y betacaroteno, entre otros.
Versátil y sabrosa, la puedes consumir en jugo, ensaladas, picoteos, sopas o guisos, depende del gusto y de la creatividad del chef., por eso que es un indispensable en nuestra cocina.
Según explica la nutricionista Carolina Pye: “Es un muy buen alimento que puede incluirse diariamente en la alimentación ya que tiene una baja densidad energética, es decir calorías versus gramos, y cuenta con muchos nutrientes muy beneficiosos para cuidar la salud y prevenir enfermedades”. Agrega además que “tiene muy bajo aporte de grasa, casi nulo, una muy pequeña cantidad de proteínas y solo un 7% de carbohidratos. Además, aporta fibra dietética, vitaminas y minerales útiles para cuidar la salud”.
La profesional ratifica la creencia de que su consumo ayuda a una mejor visión especialmente nocturna, así como que previene el envejecimiento celular. “Se puede comer a diario y las cantidades dependerán de las necesidades de cada persona, pero con 1 zanahoria, es decir, aproximadamente 100 gramos, se obtiene suficiente provitamina A como para que nuestro organismo produzca casi el triple que necesita diariamente”, destaca Carolina Pye.
Para tener más alternativas con las que sorprender a la familia y obtener sus beneficios Tefal junto con su embajadora la cocinera saludable Connie Achurra, entregan algunas recetas.
Pastel de zanahoria o carrot cake (sin huevos, sin lácteos y sin trigo)
Ingredientes (para un molde mediano de 18 centímetros aproximadamente o para 8 porciones)
3 cucharadas de harina de linaza o chía + 6 cucharadas de agua tibia.
1 taza de zanahorias ralladas finitas.
½ taza de harina de arroz (ojalá integral).
¾ taza de harina de avena o almendras.
1 cucharadita de polvos de hornear + jugo de ½ naranja encima o 1 cucharadita de bicarbonato + 1 cucharada de vinagre de manzana.
40 gotas de estevia.
3 cucharadas de miel, agave, panela o tagatosa.
1/3 taza de nueces picadas.
¾ taza de leche vegetal o agua
2 cucharadas de aceite de coco u oliva.
1 cucharadita de canela.
1/3 taza de dátiles o pasas picadas (opcional).
Preparación: Pon la linaza y el agua a remojar por unos 20 minutos, hasta que veas que espesa y se ponga viscoso (esto reemplazará el huevo). Cuando esté con esa consistencia, agrégale la leche vegetal (o agua), lo que escojas para endulzar y revuelve. Luego agrega la zanahoria, las nueces, los dátiles y, al final, las harinas y la canela y mezcla bien. Al final pon el bicarbonato y el vinagre, revolviendo de manera suave. Vierte sobre un molde de silicona o tradicional con aceite o papel mantequilla y hornea a 180 gramos (precaliente por unos 30 minutos). Cuando haya pasado el tiempo y veas que está listo, déjalo enfriar antes de desmoldar.
Frosting de castañas de cajú
Ingredientes
1 ¼ taza de castañas de cajú sin sal.
½ taza de leche vegetal.
2 cucharadas de miel, tagatosa o estevia a gusto.
1 cucharada de vainilla.
Preparación: Remoja las castañas por 30 minutos en agua caliente. Sácales el agua y procésalas o licúalas con el resto de los ingredientes hasta lograr una textura cremosa.
Frosting de crema de coco
Ingredientes
1 lata de crema de coco.
1 cucharadas de vainilla.
2 cucharadas de miel, tagatosa o estevia a gusto
Preparación: Refrigera toda la noche 1 lata de crema de coco. Al día siguiente, saca solo la parte sólida y bátela con una con batidora. Móntala igual que como si fuera una crema de leche y agrega el endulzante y la vainilla.
Mayo vegana de zanahoria
Ingredientes (para un bol grande)
4 zanahorias cocidas y peladas.
Jugo de 1 limón.
1 papa pequeña cocida y pelada.
Aceite de oliva.
Sal, ajo en polvo y otras especias a gusto.
Preparación: Procesa las zanahorias y la papa hasta que queden cremosas. De tanto en tanto agrega de a poco 3 cucharadas aproximadas de aceite de oliva, el jugo de limón y un poco de agua caliente hasta que veas que logras una textura como de una mayonesa. Condimenta con sal y ajo en polvo. Dura entre 4 y 5 días refrigerada y es perfecta para un sándwich, una ensalada, etc.
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