Julio sin plástico: transforma tu consumo y protege el planeta
- Equipo La Galería M

- 8 jul
- 3 Min. de lectura

El plástico es uno de los mayores desafíos ambientales de hoy. Cada año se producen más de 400 millones de toneladas, la mayoría para un solo uso, y solo una fracción se recicla. Una bolsa plástica se usa en promedio 12 minutos, pero puede tardar 500 años en degradarse. En Chile, se consume más de un millón de toneladas al año, y se recicla menos del 9 %. El plástico no es solo basura: es una amenaza para la salud, la biodiversidad y el planeta. Cambiar esta realidad requiere decisiones estructurales y hábitos más conscientes.
Frente a esta realidad, julio se ha convertido en un mes clave, a nivel mundial con la campaña “Plastic Free July” y nacional “Julio libre de plástico”, para reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y avanzar hacia estilos de vida más conscientes, responsables y sostenibles. Es una invitación a dejar atrás el plástico de un sólo uso y apostar por acciones cotidianas que, aunque parezcan pequeñas, tienen un gran efecto colectivo.
En Chile, leyes como la 21.100 y la REP han marcado avances importantes en la regulación del plástico. Sin embargo, el desafío persiste: aún se usan muchos plásticos de un solo uso fuera de estas normas y las tasas de reciclaje siguen siendo bajas. Para avanzar hacia un modelo más sostenible, se requiere una implementación efectiva y un cambio cultural en nuestros hábitos de consumo.
La eco periodista, TED Speaker y fundadora de la plataforma Mujer Sustentable, Catalina Droguett, destaca la importancia de las decisiones cotidianas en la lucha contra el plástico de un solo uso. Reconocida como una de las 100 Latinas más comprometidas con la acción climática (2024) y premiada por WWF como Líder para la Conservación de la Naturaleza, ha liderado diversas iniciativas de educación y concientización ambiental desde Chile hacia toda Latinoamérica. “Cada bolsa, botella o envoltorio que evitamos es un mensaje claro para la industria, el Estado y nuestro entorno: sí podemos vivir con menos plástico. La sostenibilidad empieza en casa, en cada decisión de compra”, afirma.
A propósito del mes libre de plástico, Catalina comparte 5 acciones simples que puedes incorporar en tu día a día para reducir tu huella ambiental:
Lleva siempre contigo una alternativa reutilizable: botellas, cubiertos, bolsas, bombillas, tazas de café: todo tiene una versión reutilizable. Guarda una botella de acero o vidrio, una bolsa de tela y un set básico de cubiertos en tu bolso o mochila. Así evitarás consumir plásticos de un sólo uso en el camino.
Prefiere productos con menos embalaje: compra a granel siempre que puedas, elige frutas y verduras sin envase y opta por productos que usen empaques reciclables, compostables o reutilizables. Evita el sobre empaque, especialmente en plásticos innecesarios como bandejas, envoltorios o envoltorios dobles.
Reutiliza lo que ya tienes: antes de desechar, piensa cómo darle una segunda vida: frascos de vidrio para almacenar alimentos, bolsas plásticas como bolsas de basura o envases resistentes como organizadores. “Reutilizar es clave para frenar el consumo constante de nuevos plásticos”, indica Catalina.
Haz cambios en tu rutina de aseo y cocina: la recomendación siempre será el uso de cepillos de dientes de bambú, esponjas vegetales, envoltorios reutilizables en vez de film plástico, y elige productos de limpieza en formato sólido o recargable. Los productos de cuidado personal y limpieza suelen contener grandes cantidades de plástico, tanto en envases como en microplásticos.
¡Sé parte del cambio!: comenta con tu familia, amigos y compañeros las decisiones que estás tomando. Educar con el ejemplo es una forma poderosa de generar conciencia y motivar a otros a sumarse. Entre todos, podemos acelerar el cambio hacia un estilo de vida más sustentable.
“Más allá de julio, el desafío está en transformar este compromiso en un hábito permanente. Cada vez que evitamos una bolsa plástica, elegimos un camino más respetuoso con la naturaleza y con las futuras generaciones. Porque cada pequeña acción cuenta, y multiplicada por millones de personas, puede cambiar el destino del planeta”, señaló Catalina Droguett.




Comentarios