El inglés como herramienta de crecimiento laboral
- Equipo La Galería M
- hace 2 días
- 5 Min. de lectura

Hablar inglés puede aumentar tu sueldo en un 30%. En Chile, manejar este idioma ya no es solo un valor agregado: es una herramienta estratégica que puede transformar la trayectoria laboral de una persona. En industrias como la de los contact centers, donde la interacción con mercados globales es clave, este idioma se ha convertido en un verdadero acelerador de oportunidades.
Según cifras del informe EF English Proficiency Index (EPI), Chile ocupa el lugar 47 a nivel mundial en dominio del inglés, con un nivel catalogado como “bajo”. Solo el 2% de la población logra alcanzar un nivel avanzado (C1), lo que limita la capacidad del país para insertarse con fuerza en economías que operan en este idioma. Sin embargo, para quienes logran superar esta barrera, el panorama cambia radicalmente: de acuerdo con datos de OCC Mundial, el dominio del inglés puede aumentar las posibilidades de conseguir un empleo en hasta un 44%, además de generar incrementos salariales que pueden superar el 50%, especialmente en sectores orientados a servicios internacionales.
En este contexto, CGS, una de las principales empresas de contact center del país, ha puesto en marcha un ambicioso programa de becas de inglés en alianza con Open English, orientado a capacitar a sus trabajadores y abrirles nuevas posibilidades dentro de la misma empresa, especialmente en campañas bilingües dirigidas a clientes en nuevos mercados como Estados Unidos.
“En lugar de salir a buscar ejecutivos en la calle con inglés avanzado, decidimos invertir en nuestra propia gente. Muchos ya tienen experiencia con clientes, solo les faltaba perfeccionar el idioma para dar el salto”, explica Pablo Rossel Estay, CEO de CGS Latam.
El programa está diseñado para transformar, en un período aproximado de nueve meses, a trabajadores con un nivel B1 en inglés (intermedio básico) en usuarios avanzados (C1), lo que les permite postular internamente a cargos mejor remunerados. Las becas cubren el 100% del costo del programa —valorado en cerca de mil dólares por persona— y ofrecen clases en vivo e ilimitadas, 24/7, con una modalidad flexible que se adapta a los turnos de los trabajadores.
“Esta beca no es un curso e-learning más. Son clases vivas, con profesores disponibles todo el día. Queremos que los ejecutivos la aprovechen como si fueran al gimnasio: con constancia y compromiso. Por eso, se les pide que permanezcan al menos un año en la empresa una vez que se certifican”, añade Rossel.
Hasta ahora, CGS ha entregado 20 becas, priorizando a ejecutivos del contact center que demuestran buen rendimiento, baja tasa de ausentismo y disposición a desarrollarse profesionalmente.
Una de ellas es Andrea Fuentes, ejecutiva de Servicio al Cliente de una AFP, que ingresó a CGS en mayo de 2013 y suma ya más de 12 años en la empresa: “En 2013 quedé cesante y, tras buscar en varios portales, postulé a MasCerca. Empecé la capacitación y sigo aquí, tras la fusión con CGS en 2015. Ha sido una buena experiencia, con gran aprendizaje y compañerismo, aunque también desafíos. Estudié un par de años en la universidad y realicé diplomados, pero siempre tuve pendiente mejorar mi inglés”, cuenta Andrea, de 47 años.
Su nivel previo le permitía traducir textos, pero no sostener conversaciones fluidas. Al ver la invitación en la intranet, se cuestionó si tendría tiempo y capacidad, pero decidió inscribirse: “Hace años pensaba ‘algún día hablaré bien inglés’, pero nunca tuve la herramienta. Esta beca era la puerta. Mi objetivo es mantener conversaciones fluidas y postular a campañas bilingües, quizá complementándolo con especialización en Recursos Humanos”.
Hoy Andrea valora el apoyo de su tutora, las clases en vivo y el corrector de pronunciación por IA: “Avanzo paso a paso: mi pronunciación mejora y me siento más segura. Es un desafío reorganizar mi vida, pero también una gran oportunidad personal y profesional”.
Otro caso es el de Camila Almonacid, ingeniera comercial de 30 años, que se integró a CGS en noviembre de 2023 para atender clientes de un banco retail. Aunque ya llevaba seis semestres de inglés en la universidad y siguió clases particulares, pausó sus estudios por el costo: “Cuando vi la convocatoria de CGS, me emocioné: era la oportunidad para perfeccionar mi pronunciación y fluidez. Mi meta es hablar inglés con soltura, dar el examen Cambridge y sacar un buen nivel”, cuenta Camila.
Su experiencia con la plataforma ha sido muy positiva: “Las unidades de gramática y vocabulario son completas, hay ejercicios de pronunciación evaluados por IA y clases 24/7 con profesores nativos y compañeros de otros países. Ya noto que hablo con más soltura”.
Aunque firmó el compromiso de quedarse un año tras certificarse, lo considera un balance favorable: “Calcule costos y beneficios: el valor de este aprendizaje supera cualquier atadura. Profesionalmente y a nivel personal, es una herramienta que me abrirá muchas puertas”.
También se suma a estos testimonios Christian Díaz Cea, ejecutivo de Servicio al Cliente para una empresa de logística, quien ingresó a CGS en el 2023 con 53 años y sin experiencia previa en contact center: “Nunca había trabajado en un call center. Llegué a CGS y, desde el primer día de capacitación, encontré un grupo humano solidario que permanecemos juntos desde hace un año y cinco meses. Eso me permitió aprender y sentirme respaldado. Mis supervisores me dieron el tiempo y las herramientas para mejorar, y hoy me siento completamente integrado y más competente”.
En cuanto al programa de inglés, Christian comenta que “tenía una buena base de inglés, tuve la oportunidad de visitar Estados Unidos y de convivir y trabajar con muchas personas anglo parlante en empresas relacionadas al turismo. Pero con el paso de los años perdí la práctica y eso hace que el nivel descienda. Empecé el curso a principio de este año y aunque partí con el examen de nivel B1, el material es tan completo y exigente —clases grupales con nativos, ejercicios de pronunciación por IA, contenidos de actualidad— que cada lección supone un reto. Mi meta es certificarme en C1”.
Para él, la beca representa no solo un crecimiento profesional, sino también una estabilidad familiar: “Firmé el compromiso de quedarme un año más tras finalizar el curso y lo asumo con responsabilidad. Tengo un hijo y la estabilidad laboral es clave. Si al terminar surgiera la oportunidad de cambiarme a un área en inglés, sería un gran reconocimiento a todo este esfuerzo”.
Con estos tres testimonios, CGS demuestra que su programa de becas no solo genera un retorno de inversión —al fortalecer su operación bilingüe—, sino que también impulsa la movilidad ascendente y la competitividad de sus colaboradores.
En palabras de Pablo Rossel Estay: “Esta inversión tiene retorno, claro, pero también tiene propósito. Creemos en una empresa que se construye desde adentro, que da oportunidades reales. Hoy el inglés ya no es un lujo: es una llave que abre puertas. Y nosotros queremos ser quienes entreguen esa llave”.
Comments