Son uno de los grandes favoritos a la hora de elegir un producto para el aseo de los oídos pero no siempre se sabe los riesgos que se corre con su uso.
Y uno de ellos es que más que limpiar ayudan a introducir aún más la suciedad, el otro y más grave aún, es que debido a una incorrecta manipulación se puede dañar partes delicadas del oído como perforar la membrana timpánica, infecciones e -incluso- retención de fragmentos del propio algodón.
Incluso en algunos casos los envases de este producto señalan algunos de los riesgos de una mala manipulación con frases como: "No deben insertarse en el canal auditivo como mecanismo de limpieza".
Según señala el Doctor Gonzalo Nazar, Otorrinolaringólogo de Clínica Las Condes para tener unos oídos limpios es innecesario recurrir a ellos: “El oído tiene un mecanismo espontaneo de limpieza que se da junto con la descamación natural de su conducto auditivo. Para renovarse, esta piel se va descamando y saliendo al exterior, y es en ese proceso donde el cerumen es lentamente empujado hacia afuera”, señala. Y agrega que aquello que usualmente tomamos como suciedad es el sistema de autolimpieza. “El cerumen es una secreción normal que todos tenemos. No es mugre, no es basura; es una secreción que mantiene el conducto auditivo bien lubricado y con un pH más bien ácido que actúa como barrera para prevenir infecciones y la proliferación de bacterias en el oído”, señala el profesional.
Cuando este método natural de aseo falla el exceso de cerumen puede bloquear el canal auditivo. Los efectos que esto puede causar van desde dolor, picazón, sensación de oído tapado, tinnitus o acúfenos, hedor, tos o cambios o hasta pérdida en la audición. Esto se da con más frecuencia en niños y adultos mayores.
Para limpiar de manera segura se puede recurrir a un profesional pero tambié existe un producto que ayuda en esta tarea, se trata de Otiblock, el que cuenta con un ingrediente que es efectivo y seguro en esta tarea.
En adultos, tercera edad, jóvenes y niños desde los 9 años se recomienda OTIBLOCK Spray. Se aplica en el conducto auditivo externo y las burbujas del líquido rompen la cera de los oídos en pequeños fragmentos. Viene con un dosificador que permite administrar la dosis y presión correcta. Mientras que para niños de 3 a 9 años ha sido especialmente desarrollado Otiblock Pediátrico en formato gotas.
Para consultas ingresa a www.otiblock.com/cl o al whatsapp +56 9 5811 7814. Mayor información en @otiblock
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