Llegó el momento de actuar fuera del mundo digital, para cuidar nuestro entorno físico.
Vivimos actualmente intentando captar la atención de los consumidores por medio de las mejores publicaciones o las más disruptivas, sin embargo, hemos olvidado que los residuos necesitan un espacio físico y real donde disponerse, o acciones reales para su transformación.
Nuestras comunidades cada día están más informadas y educadas respecto a lo que está sucediendo en el mundo respecto a la gestión de residuos, además de que perciben y ven lo que el cambio climático ha generado en nuestro entorno, muchas veces ligados al mal manejo de residuos. Es este espacio, donde todos poseen información, es una ventana que debemos usar a nuestro favor para actuar colaborativamente, educar y crear instrumentos que fortalezcan el cuidado del medio ambiente.
La economía lineal nos educó para que el objetivo último de un negocio fuese solo el retorno económico, pero con el tiempo nos dimos cuenta de que además de ser sostenibles financieramente, los aspectos sociales y ambientales también lo son. El futuro de la economía es integral, una que genere simbiosis industrial, una que impacte en la vida de las personas y contribuya al desarrollo sostenible de los diferentes sectores y una que proteja el medio ambiente, el lugar donde se realizan todas las actividades sociales y económicas de un país.
Los industriales dedicados al reciclaje de residuos bien lo sabemos, por eso hemos dedicado nuestro tiempo y vida a desarrollar soluciones para reutilizar y revalorizar residuos de distinto tipo. Somos un eslabón clave para entablar conversaciones a nivel transversal y abordar espacios con industrias, gobierno y la sociedad, que apunten a mejorar los impactos de nuestras actividades industriales y cual es el rol de responsabilidad que cada uno tiene en el modelo circular.
La economía circular es una forma de lograr los objetivos. Imitando los ciclos naturales de la naturaleza, se su capacidad regenerativa y de que reutiliza cada residuo que genera para volver a integrarlo al ciclo. En el futuro, todo deberá construirse con un pensamiento circular. Ahora por fin vemos su gran valor y lo que representa para el desarrollo orgánico de cualquier ciudad.
Estamos en el momento perfecto para mover el timón hacia estas nuevas facetas de la economía y que están dirigidas a proteger el medio ambiente, la biodiversidad y el cuidad de los océanos.
No me cabe duda que todos valoramos fuertemente el lugar donde vivimos, pero eso implica entender en toda su amplitud que muchos de los efectos que hoy tenemos, han sido por no tener la información apropiada, en el momento adecuado y saber que existen en Chile muchas industrias que queremos hacer las cosas diferentes, que estamos trabajando en un futuro industrial mucho más participativo, activo socialmente, entendiendo las necesidades de la actualidad y que somos parte de acciones sustentables que no solo en nuestro país están llevándose a cabo, si no que a nivel global .
Hagamos un impacto en el mundo real, no en el digital.
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