El número de vegetarianos ha crecido en forma notoria el último tiempo, por moda o convicción ya son muchas las personas que optan por dejar la carne fuer de su dieta. De hecho y según la Encuesta Nacional de Medio Ambiente publicada el 2018 un 6% de los consultados deja fuera de sus platos las carnes rojas y blancas.
Para muchos ser vegetarianos es sinónimo de saludable pero tal como explica el cirujano bariátrico de Clínica RedSalud Vitacura, Dr. Carlos Farías, “no aseguran automáticamente una alimentación sana, sobre todo si una persona consume más calorías de las que quema”. Y en este caso está expuesto a problemas de sobrepeso e incluso obesidad.
En este sentido el profesional agrega que “el mayor problema que tienen los pacientes obesos es comer a cada rato. Generalmente piensan que un picoteo no hace nada, pero todo depende de qué se está comiendo. No da lo mismo la comida que se ingiere”. Y asegura que esto en ocasiones llega a niveles que los vuelve obesos, siendo candidatos a una cirugía bariática: “Entre los pacientes que se someten, ya a sea a manga gástrica o bypass gástrico, también hay personas con dietas vegetarianas. Esto ocurre porque comer calorías a cada rato engorda, y si además se suma el sedentarismo, el cuadro se potencia”.
Destaca además que en el caso de vegetarianos con un Índice de Masa Corporal (IMC) de 40 o más son candidatos a este tipo de intervención lo que disminuye si presentan enfermedades como diabetes o hipertensión arterial, apnea del sueño o alteraciones del aparato musculoesquelético. El profesional especifica que “el objetivo de una cirugía bariátrica es que los pacientes puedan sentirse satisfechos con una menor cantidad de comida. Sin embargo, uno de cada cinco pacientes que se operan vuelven a subir de peso. Eso pasa porque las personas no cambian sus hábitos, sobre todo ordenarse a la hora de comer. El éxito de un tratamiento como este, radica precisamente en hacer un cambio de vida”.
Dentro de sus recomendaciones para que esta intervención sea exitosa y tenga un resultado sostenido en el tiempo está el realizar actividad física en forma constante y no saltarse las comidas claves del día. “La recomendación es comer ordenadamente, por lo menos cuatro veces al día considerando desayuno, almuerzo, once o merienda y una cena. Después de bajar de peso, es importante continuar con cualquier tipo de ejercicio. La clave está en transformarse en una persona activa”.