Por motivos religiosos, de salud o estética el ayuno es algo a lo hemos recurrido en diferentes momentos de nuestra vida. Opción u obligación en el caso que sea es necesario asumirlo con algunas precauciones ya que en algunos casos puede causar pérdida de masa muscular, cefaleas e incluso irritabilidad.
Si el objetivo es bajar de peso la doctora Paula Klein, nutrióloga de la Clínica Klein señala que no es la mejor manera. ¿La razón? Al no cambiar hábitos se puede recuperar el peso perdido. El tiempo que se destina al ayuno es otro punto a considerar y señala que puede ser variable. Tal como explica la profesional: “Hemos visto que las personas que hacen huelgas de hambre pueden mantenerse varios meses ingiriendo líquido, pero en general los estudios realizados a mediados del siglo XX, hablan de 40 días sin mayores riesgos. Lo importante es mantener un monitoreo permanente para manejar los electrolitos (sodio, potasio, etc.), cuyo mal manejo son los que conllevan riesgos cardíacos y otros efectos adversos más importantes”.
La doctora Klein explica además que al bajar de peso mediante un ayuno al comienzo se va a consumir la grasa pero también el organismo para obtener energía recurrirá a las proteínas e incluso a los músculos.
Dentro de los efectos adversos se encuentran la posible presencia de dolores de cabeza (por falta de electrolitos), dolores musculares o irritabilidad (mal humor). En este sentido la especialista señala que “uno está sano hasta que ya no lo está y muchas veces uno tiene problemas de salud que desconoce y si es que no hay suficientes electrolitos en los líquidos que uno toma en estos días de ayuno, puede haber problemas de conducción cardiaca (arritmias), se puede tender al desmayo, tampoco se puede hacer actividad física intensa, porque se produce pérdida de musculatura y finalmente eso es muy difícil de volver a formar”.
Según la doctora Klein el secreto para bajar de peso está cambiar los hábitos y llevar una vida sana, equilibrada con alimentación y deporte.