Siete países aseguran tener soberanía en el gran continente blanco, pero la cercanía austral que tienen Chile y Argentina con este mágico territorio hace que ambos concentren la mayor parte de los tours para conocer los impresionantes, prístinos y salvajes paisajes que este territorio ofrece a turistas, científicos y aventureros de todo el mundo.
El continente Antártico es el más remoto del mundo y uno de los más misteriosos e increíbles para visitar. Llegar hasta allí es una experiencia única, que ofrece paisajes irrepetibles, propios de uno de los lugares más inhóspitos del globo, en el que abundan las viejas historias de exploradores y aventureros.
Si bien siete países aseguran tener soberanía sobre este territorio, la cercanía territorial que le ofrecen las ciudades más australes de Chile y Argentina, hacen que estos dos países concentren la gran mayoría de la oferta turística para visitar la zona, con una amplia diversidad de opciones, marcadas por un sello sustentable.
Este 22 de febrero, en una nueva conmemoración de Día de la Antártida Argentina (puesto que Chile lo celebra el 6 de noviembre), vale la pena recopilar parte de los principales atractivos y experiencias que el país trasandino ofrece para recorrer el gran continente blanco; la reserva de agua dulce más grande del planeta.
La mayoría de los tours a la Antártida que comienzan en Argentina, lo hacen desde el puerto de Ushuaia, una de las ciudades más australes del mundo (ubicada frente a Puerto Williams, cruzando el Canal Beagle). Esta hermosa localidad es una de las puertas de entrada al continente de hielo.
Desde Ushuaia zarpan diversos cruceros rumbo a la imponente Antártida y cada viajero puede elegir la duración de su travesía, que puede extenderse entre 10 y 20 días. En este punto es importante tener en cuenta que, según las condiciones climáticas, el inicio de la expedición podría tardarse un poco más de lo previsto, esperando el momento óptimo para comenzar.
Una vez a bordo, los cruceros navegan por el majestuoso Canal Beagle hasta el Pasaje de Drake (también conocido como Mar de Hoces) donde se unen los océanos Atlántico y Pacífico. En el trayecto, aves como los albatros errantes y dameros, como los profundos azules de la inmensidad del océano, se roban toda la atención.
A medida que estas embarcaciones se acercan al continente blanco, se dibujan cada vez con más claridad los paisajes con témpanos y picos nevados. Para desembarcar, se utilizan botes motorizados zodiac y sólo pueden descender al mismo tiempo hasta cien personas, para reducir el impacto ambiental del turismo.
¿Qué hacer en la Antártida?
Llegando al continente blanco, ya es momento de la aventura en tierra, donde alrededor de 200 sitios turísticos aguardan ser descubiertos por los viajeros. Porque la Antártida no es sólo icebergs y glaciares. El mar y las montañas también son un atractivo, con opciones para vincularse con la naturaleza, como hacer escaladas, buceo o snorkel.
También está recomendado disfrutar de las caminatas entre la vegetación, aunque sin pisarla; y avistar aves marinas o animales de la zona, como la foca de Weddell, los pingüinos emperador y Papúa, la foca leopardo y las ballenas jorobadas y Minke. Un encanto sin comparación, que debe disfrutarse dándole distancia a la fauna local.
Otro de los imperdibles es remar en las aguas polares, entre las costas vírgenes, las montañas nevadas y los témpanos. Se dice que la Península Antártica es de los mejores lugares para esta actividad. Afortunadamente, esta opción está destinada tanto para experimentados del kayak como para inexpertos.
También se puede visitar la Isla Decepción, con su volcán activo que genera un microclima y la convierte en la única del continente que nunca se congela. En sus aguas de temperaturas cálidas, tomar un baño es maravilloso y en sus playas negras de lava, una caminata puede verse sorprendida por pequeñas fumarolas.
Los amantes de la fotografía se van a deleitar durante todo el viaje, pero, especialmente, en el estrecho de Le Maire será imposible guardar la cámara. No querrán perderse la posibilidad de capturar toda la hermosura de este pasaje marítimo, escondido entre los picos nevados de las montañas de la isla Booth y la costa de Graham.
También se pueden disfrutar de excursiones aéreas en helicópteros e, incluso, parte del trayecto para llegar al continente se puede recorrer en avión. Después de sobrevolar el pasaje de Drake, se aterriza en la Isla King George y la aventura continúa por agua hasta la Península Antártica. Esta opción puede durar de uno a dos días.
La ciencia antártica: Parte del atractivo de la zona La Antártida es una reserva científica en la que diversos países realizan investigaciones, en ramas como la glaciología o geología. Una de ellas es la base argentina Esperanza, que se puede conocer en el norte de la Península Antártica.
Del mismo modo, en un paseo por la Isla Laurie, pasar por la base Orcadas es otro imperdible. Fundada en 1904, marcó el inicio de la presencia ininterrumpida de Argentina en el continente blanco, donde un 22 de febrero la bandera del país trasandino empezó a flamear en el observatorio meteorológico, marcando la fecha en que celebran el Día de la Antártida Argentina.
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