El autoerotismo y la masturbación por mucho tiempo han estado dentro de la categoría del tabú, un tema del que poco se habla, en especial si se trata del universo femenino, pero que sí se practica y muchas veces incluso con culpa.
Tal como explica la kinesióloga especialista en piso pelviano Odette Freundlich la “masturbación ayuda a que la mujer conozca mejor su sexualidad y que evite disfunciones sexuales como la anorgasmia”.
La profesional, quien además es directora del Centro Miintimidad explica que “es muy importante que las mujeres se conozcan porque muchas de ellas vienen a consultar y me dicen yo nunca he tenido un orgasmo, entonces les pregunto si alguna vez se han tocado y me responden que eso es sucio y que se sienten incómodas. Además, acusan que con sus parejas nunca han podido sentir placer y yo les pregunto si les indican cómo les gustaría ser estimuladas y me señalan que no”.
Buena salud sexual
Este conocimiento de las propias sensaciones del cuerpo permite además conocer un poco más sobre cómo lograr un orgasmo. “Por eso es fundamental que se conozcan, que se miren, que se exploren y obviamente que se conecten con su propio placer y aprendan a ser protagonistas de sus orgasmos, para después poder comunicar y enseñar a sus parejas, para lograr una sexualidad más placentera”.
Para la especialista el autoerotismo y una buena salud sexual están conectados. “Por ejemplo, en pacientes con anorgasmia primaria, el tratamiento es multidisciplinario, incluyendo educación de la anatomía genital, especialmente dirigido al clítoris. Esta es la única estructura del cuerpo cuya función es el placer y se les enseña a reconocer esta zona con técnicas de autoerotismo como parte del tratamiento”, detalla Odette Freundlich.
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