El rechazo a la escuela se presenta en cerca del 5% de los niños en edad escolar y, habitualmente, inicia entre los 5 y 11 años, siendo más frecuente en los que cursan principios de Educación Básica. Suele aparecer por primera vez en la preescolaridad, es decir, en el jardín infantil, prekínder y kínder.
Andrea Cornejo, psicóloga del colegio Manquecura Valle lo Campino, de la red Cognita, explica que el regreso o inicio de clases puede activar en los niños diferentes emociones. “Alegría por reencontrarse con sus compañeros y profesores, tristeza porque ya no estarán en la casa, enojo por volver a acostarse y despertarse temprano. En ese sentido, es esperable que luego de periodos de ausencia, los niños o niñas no quieran asistir al colegio, ya que esto significa retomar la rutina y, probablemente, dejar de lado ciertas libertades durante las vacaciones”.
Sin embargo, hay que distinguir una evitación normal de un conflicto mayor, ya que pueden “contribuir factores psicológicos como estrés, ansiedad y angustia, y/o sociales, como no tener amigos, sentirse rechazado o ser intimidado”, advierte Vicky Rubilar, psicóloga educacional del colegio American British School, quien recomienda además, observar cuáles son los factores y patrones presentes cuando un niño no quiere volver al colegio: cuánto tiempo lleva el niño o niña evadiéndolo; cuánta angustia asocia con asistir; con qué fuerza se resiste y cuánto interfiere esta reacción con su vida y la de su familia.
Por esto, “mantener una comunicación abierta con los niños/as es fundamental para ayudarlos con cualquier asunto que se presente en la vida”, coinciden ambas psicólogas y relevan la importancia de conversar sobre la vuelta a clases, para reducir la ansiedad o el miedo. “Se debe entregar seguridad al niño/a, anticipándose a sus principales dudas y ofreciéndole respuestas que transmitan tranquilidad, para luego preguntar sobre sus sentimientos, miedos e inquietudes”.
Para que el retorno a clases sea exitosa, las especialistas del colegio Manquecura Valle Lo Campino y American British School, de la red Cognita, entregan 6 importantes tips:
1.- Recordar lo positivo: siempre habrá experiencias que esperen con ansias y que extrañaron, como compartir con los amigos, las actividades escolares, los profesores, conocer nuevos compañeros, etc. Recordar las situaciones divertidas de años anteriores o mencionar las que están por vivir -si recién comienza su paso por el colegio-, eclipsará sus preocupaciones.
2.- Establecer una nueva rutina: para facilitar el proceso de transición de regreso al colegio como una experiencia positiva, se debiera comenzar a introducir y acostumbrar a la nueva rutina: despertar y acostarse temprano, despedirse de los días de pijama, por ejemplo.
3.- Practicar si es necesario: si un niño/a parece estar extremadamente nervioso, sería bueno llevarlo a visitar el colegio o su nueva sala de clases antes del primer día.
4.- Evitar el estrés del día D: dejar preparada la mayor cantidad de tareas el día anterior, para que pueda estar tranquilo y relajado las horas previas.
5.- Verbalizar y validar emociones: poner en palabras lo que siente y verbalizarlo: "estas nervioso/a, te entiendo".
6.- Despedida y bienvenida: para los niños/as pequeños, un motivo de angustia en la vuelta a clases es la despedida, por lo tanto, estructurarla y hacer siempre lo mismo le permite ordenar y hacer predecible un momento angustiante (por ejemplo, tener un abrazo especial para ese momento). Al término de la jornada, preguntarle cómo le fue y cómo se sintió, para entregarles un espacio donde pueda depositar sus emociones.
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