En Visviri, a más de cuatro mil metros de altura y 17 km de la meseta en la que confluyen Chile, Perú y Bolivia, los ganaderos locales sacaban vellones de lana de alpacas, llamas y vicuñas y los vendían en bruto en la feria dominical de Triparto. Ya no. Hoy cuentan con una planta que les permite hilar la lana para comercializarla en ovillos o madejas y venderla a mucho mejor precio. Y esa planta funciona en su totalidad con energía solar completamente limpia, promoviendo así el desarrollo sustentable en esta localidad.
Este es uno de los proyectos que conforman el proyecto Ayllu Solar, que nació hace seis años con Fundación BHP como aliado estratégico y busca convertir a la Región de Arica y Parinacota en un polo de energía solar para América Latina. Otras iniciativas —por nombrar solo algunas— son una planta de deshidratado de frutas y verduras en la quebrada de Vítor, un centro para el cultivo de camarones y truchas en el poblado de Camarones y un packing de tomates en Pampa Concordia que no solo funciona completamente con energía solar, sino que además fue construido con ella.
El proyecto —desarrollado en alianza con el Centro de Investigación Solar SERC y hoy liderado por la Red Asociativa Ayllu Solar— incluye también la enseñanza y la investigación en torno a la energía solar: para ello se distribuyó material didáctico y se hicieron alianzas con colegios de la región junto a Fundación Chile; además se levantaron dos laboratorios en la Universidad de Tarapacá. El último de ellos, inserto
en el campus Velásquez y centrado en el uso de energía solar, fue inaugurado este martes 10 de mayo, con la presencia de autoridades locales.
Gracias a este proyecto, conceptos en boga como energías limpias, economía circular y desarrollo sustentable se convierten en una realidad tangible para muchas personas que viven en comunidades aisladas y que hoy están viendo cómo su calidad de vida mejora, sin daño ambiental de por medio.
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