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Columna: La obesidad como una enfermedad crónica, prevalente, compleja y progresiva

Alexander Quintana, médico cirujano U. de Chile, Ex Director de Atención Primaria del Servicio de Salud Metropolitano Norte

Chile es el séptimo país del mundo con mayor consumo per cápita de productos ultra procesados, y el mayor consumidor de helados en Latinoamérica. Este consumo excesivo de carbohidratos, especialmente aquellos de alto índice glicémico (IG), ha sido un factor clave en el aumento de la obesidad en nuestro país. Antaño, la obesidad se consideraba un factor de riesgo para diversas enfermedades, pero hoy en día, es reconocida como una enfermedad en sí misma, crónica, compleja y progresiva.


El mercado de alimentos, en su afán de ofrecer opciones económicas, ha inundado las estanterías con productos altos en carbohidratos y con un alto IG, contribuyendo a la propagación de esta enfermedad. La obesidad tiene múltiples orígenes, desde trastornos metabólicos como la diabetes, hasta problemas emocionales. Por esta razón, el mercado ha respondido creando soluciones que buscan controlar el apetito, con la esperanza de reducir los preocupantes índices de obesidad en el país.

Según un estudio reciente publicado en la revista Nature Medicine, el chileno promedio consume 300 gramos de carbohidratos al día, superando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 250 gramos. Estos carbohidratos se encuentran en una variedad de alimentos, desde pan y pasta, hasta frutas y verduras. Sin embargo, los carbohidratos refinados, presentes en los alimentos procesados, y la comida rápida, son los principales culpables en el aumento de peso corporal.

En conclusión, Chile enfrenta una encrucijada crucial para la salud pública. El consumo desenfrenado de carbohidratos y los alarmantes índices de sobrepeso y obesidad, requieren una acción inmediata y coordinada. Productos naturales como Grelix y otros similares, han demostrado ser herramientas efectivas en esta lucha, ofreciendo un rayo de esperanza en la batalla contra la obesidad. Es nuestro deber individual y colectivo, tomar medidas para controlar la saciedad y reducir la ingesta calórica, asegurando un futuro más saludable para todos los chilenos.

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